Una carta como la que Sánchez ha hecho pública solo resulta concebible en un sistema político viciado al extremo
Los detractores de Sánchez lo atacarán haga lo que haga: se vaya o se quede, se someta a una cuestión de confianza, dé paso a otro candidato o convoque elecciones
La gran diferencia es que al primer ministro portugués lo señalaba un poder legítimo del Estado, la Fiscalía. A la esposa de Sánchez la acusa una asociación que no merece respeto cívico
Es impensable que el próximo lunes no pase nada. Un presidente del Gobierno no puede escribir una carta de esa naturaleza a la ciudadanía sin que tenga consecuencias
El anuncio no parece una retirada sino una reagrupación de energías, aliados, apoyos y medios. La nueva grieta no es de derechas o izquierdas: es Sánchez, sí o no
Los tuiteros analizan la decisión del presidente de parar y reflexionar. Y también hacen algún que otro chiste